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el periodico de saltillo
Mayo 2014, No. 303


La paja en el ojo ajeno.

Las reformas de Peña Nieto y de sus visires los libaneses, se han convertido en un vil berenjenal
*Peña Nieto y todos sus secretarios han sometido a México en un retroceso que pudiese ser irreversible



José Epifanio Salazar Chaires.

Qué tal, amigos lectores de El Periódico de Saltillo!

Aquí, de nuevo con ustedes, para seguir “viendo la paja en ojo ajeno” En esta edición de mayo de 2014, además de felicitar a los habitantes de “San ISIDRO DE LAS PALOMAS”, ARTEAGA, COAHUILA, por las celebraciones a su Santo Patrono, SAN ISIDRO LABRADOR. También felicito a los maestros, a los verdaderos maestros, a los que se parten el alma para cumplir con su labor en las escuelitas de barrio que carecen de todo, en ocasiones hasta carecen de maestros. Digo a los verdaderos maestros o profesores, porque muchos lo son únicamente porque sus padres fueron profesores, también sus tíos, abuelos, etc. “hay qué seguir con la tradición”

Pero qué tanta vocación de servicio a la Educación tienen estos profes? Llegan tarde a sus labores, se la pasan con su laptop sobre el escritorio, conectados a internet en quién sabe qué contenidos ; jamás explican su clase, dejando a los niños que platiquen jueguen o peleen dentro del salón.

Las madres de familia se desgreñan peleando con los directores pasalones que solapan todo esto; los líderes sindicales hacen como que trabajan en beneficio del gremio, y… en fin. Pero me está ganando el coraje, porque afortunadamente sí tuve estupendos maestros, en todos los niveles, excepto en Jardín de Niños, porque no fui inscrito, (además en mi barrio, OJO DE AGUA, sólo había uno, y me quedaba lejos).

Sin embargo, reitero mis felicitaciones a los profesores en su día.

EN COAHUILA, EL ÚNICO, EL ÚNICO…

Como lo he comentado en estas colaboraciones, el micrófono es un arma de doble filo, te puede hacer quedar bien, o quedar mal. Y no únicamente a los personajes de Radio o Televisión les puede ocurrir un “lapsus linguae”; a cualquier persona que esté ante un micrófono, o lo que es peor, un “lapsus mentis” y pronunciar lo que no deben, pero que anda por ahí, revoloteando en el subconsciente.

No se habla mucho del suceso, para muchos ha quedado en el olvido y también para muchos es conveniente que se quede ahí, quietecito, que no se mueva, que no se sepa, que no se recuerde. Pero quien esto escribe, hace la maldad y trae a la mente aquella desafortunada tarde para dos políticos coahuilenses, Gobernador de Coahuila uno de ellos y el otro, Presidente del PRI estatal.

Causó revuelo a nivel nacional la acusación por peculado del Gobernador de Coahuila, Profesor OSCAR FLORES TAPIA, (R.I.P), tanto, que no concluyó su administración, pues tres meses antes, tuvo que renunciar a su cargo.

Su gobierno se caracterizó tanto por acciones positivas como negativas: Se construyó el Teatro de la Ciudad “FERNANDO SOLER”, el boulevard FRANCISCO COSS, se remodeló el Palacio de Gobierno y la Plaza de Armas, se crearon parques industriales como el de la Empresas General Motors y Chrysler, y vaya: en general, la gente de hoy compara el trabajo de Flores Tapia con el que otros gobernantes han realizado en materia de infraestructura en el Estado y luce como auténtico líder. Sin embargo, su forma de ser, su prepotencia, sus excesos, le hicieron ganar mala fama al solapar el hecho de que también sus colaboradores actuaran como él.

Hacía gala de su poder económico, gastando y malgastando cantidades enormes de dinero en la compra de bienes inmuebles, como casas, automóviles, tanto para él mismo, como para su familia. Tales excesos, conocidos en Coahuila y en México, provocaron su inminente caída. Sus ingresos como Gobernador no justificaban los enormes egresos que realizaba, razón por la cual, la acusación por Peculado (uso de recursos públicos en beneficio propio o de familiares), cobró forma y tuvo qué renunciar el 30 de noviembre de 1981. Correspondió a su casi homónimo OSCAR FLORES SANCHEZ, dictar el desafuero.

Unos meses antes, el presidente estatal del PRI, Ing. LUIS HORACIO SALINAS, organizó un acto de desagravio, convocando a algunos cientos de priistas con banderolas y pancartas que demostraban su solidaridad al “Góber”. La Plaza de Armas de Saltillo no lució lo lleno que se deseaba, sin embargo, los oradores trataban de convencer a los ahí reunidos (y a quienes escucharon por radio y vieron por televisión), de que las acusaciones sostenidas por el “Gordo” Castilla, ARMANDO CASTILLA SANCHEZ (R.I.P.), eran totalmente falsas y que únicamente trataban de desestabilizar a Coahuila. Culpaban también a los panistas que según ellos lo apoyaban.

El último orador en turno, el Presidente del PRI Estatal, ING. LUIS HORACIO SALINAS, subió al estrado y se dispuso a esgrimir su defensa. Flores Tapia, impasible, con sus manos al frente, en forma triunfante, seguro de que aquella parafernalia resultaría definitiva. No se equivocó.

Todos escucharon –escuchamos- con atención. Seguramente el de Salinas Aguilera sería un discurso incendiario, de apoyo incondicional al primer priista de Coahuila. Después de ensalzar todo lo que quiso la labor del Gobernador, quiso culminar vehementemente:

- “…En Coahuila se trabaja… en Coahuila, el único, el único que hace mal al Estado, es: FLORES TAPIA, y su pandilla de panistas oportunistas… Eh, Eh…¿Eh?... ah, perdón: El único que está perjudicando a Coahuila, es ARMANDO CASTILLA SANCHEZ y su pandilla de panistas oportunistas!!!...¡Eso es lo correcto!...

Un murmullo en el que las risas y la confusión se mezclaron con expresiones de decepción y comentarios acerca de una traición subconsciente, de la que de seguro se ha arrepentido todos estos años, 33, para ser preciso.

El Gobernador no pudo disimular su enojo. Lanzó una mirada cargada de todo hacia SALINAS AGUILERA. Me puedo imaginar que después de aquello, que la ira de FLORES TAPIA no tuvo límites.

Para el cierre del acto político, El Profesor FLORES TAPIA, desde el balcón central de Palacio de Gobierno, con su ronca y potente voz, inició con estas palabras:

-“…Estamos aquí, para que resplandezca todo lo que debe resplandecer…”

El resto de la alocución ya no la escuché. Con aquello hubo más que suficiente. Dos tumbas políticas se abrieron para recibir lo que quedaba de lo que alguna vez representó para Coahuila una era, a la vez resplandeciente y oscura, plagada de nepotismo, prepotencia. La idolatría que otrora mostraron muchos de los “achichincles” del primer mandatario de Coahuila, se convirtió poco a poco en olvido.

Se cuenta la anécdota sin el ánimo de ofender o molestar a nadie. Todos los que se mencionan en esta colaboración desempeñaron un rol que en su momento fue importante y que no hicieron otra cosa que tratar de conservar un “status” muy, muy personal.

domingo96_am@hotmail.com

 
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